Diseñar tu pequeño jardín en principio te podría parecer innecesario o superfluo, un lujo relegado sólo para esos jardines impresionantes de grandes villas o mansiones, pero no te equivoques, nada más lejos de la realidad!!!!
Cada jardín es único porque cada persona que lo disfruta así lo es, pero cuanto más pequeño sea tu espacio exterior, más necesitará de un adecuado diseño y planificación, para aprovechar al máximo su potencial uso, y que no se convierta al final en una simple acumulación de plantas, piedrecitas, macetas y mobiliario, sin un «alma propia».
En esta primera entrega de la serie que os he preparado, comenzaremos por definir un diseño y un estilo para nuestro jardín, ya que esto es la clave para llegar a disfrutar del mejor espacio acorde a nuestro estilo de vida y personalidad.
- INSPÍRATE. Siguiendo los consejos del genial John Brookes, lo primero que debes hacer es observar a tu alrededor, las formas, texturas y colores que constituyen nuestro entorno diario y lo que la Naturaleza nos ofrece. Esos serán los mejores «catálogos», y es que realmente…ya está todo inventado.
- ESTABLECE UN MODELO. Cuando tu vista y tu mente esté llena de ideas de todo tipo: Lánzate a dibujar!! Claro que sí, con libertad sin miedo, con ambición, desarrollando la creatividad en esta fase. No te preocupes porque ya habrá tiempo después de convertir esas ideas en propuestas que técnicamente sean viables y se puedan ejecutar, por supuesto. Pero la esencia y la fuerza de tu diseño estará ahí subyacente, porque estás definiendo «tu estilo». Como modelos de estilo tienes desde los más formales o geométricos como los jardines renacentistas hasta modelos muy silvestres que imitan a la Naturaleza, pasando por formas onduladas, clásico, asimétrico, abstracto, contemporáneo, moderno, práctico, minimalista, etc. Elegir el estilo y diseño idóneos para el uso que vas a darle potenciará al máximo el posterior disfrute de tu espacio exterior.
- DEFINE ESPACIOS Y USOS. Piensa en tu jardín como una habitación más de tu vivienda, una habitación exterior. Definamos pues, antes de empezar a buscar las estructuras, materiales y plantas que más nos gustan, los usos que va a tener cada espacio: una zona de estar con los amigos, un escondite para «escapar» y relajarse, zona de juego para los niños, un rincón romántico, etc. Piensa también en que hay que relacionar el exterior e interior de tu vivienda, para que se establezca una continuidad entre ambos de forma armónica y equilibrada y no parezcan «cortados y pegados» de otro sitio.
Pues ya te puedes poner a trabajar en ello, que como he puesto en anteriores entradas la primavera se nos echa encima (sin pretender agobiar 🙂 )
La próxima semana trataremos en la segunda entrega de Diseño de un jardín pequeño: la estructura, los materiales y elementos sólidos de tu jardín.